Una máscara contra la represión
5 de noviembre de 2013
Todos
conocemos a Anonymous, esos
simpatiquísimo colectivo con cuerdas bocales robóticas,
que-ha-blan-ha-cien-do-pau-sa-en-ca-da-sí-la-ba. También conocemos la película V de Vendetta, donde aparece una Natalie
Portman calva y vestida de saco de harina. Esta obra se convertiría en poco
tiempo en objeto de culto, a decir verdad, a nosotros nos gusta mucho.
Hoy es la “Marcha del millón de máscaras” convocada
por Anonymous, que se plantea como
acción pacífica contra la tiranía y la corrupción del gobierno. Recuerden todos
estos datos, porque son nuestro pretexto para contarles la historia de la tan
tradicional máscara.
Resulta que en Inglaterra, a finales del siglo XVI
y principios del XVII,
la represión religiosa y las persecuciones, por parte del rey Jacobo I y el
Parlamento, tenían a los habitantes inconformes, deseosos de expresar sus
creencias. En un ambiente caldeado por la intolerancia gubernamental surge un
grupo conocido como: Restauracionismo Católico Inglés.
Guy Fawkes, el hombre que le prestó su cara a la
máscara y que pertenecía al Ejército Español de los Países Bajos, era miembro
de este grupo de resistencia. Él sería el encargado de detonar explosivos en el
Parlamento inglés, mientras la cámara de los lores y el rey estuvieran reunidos. Como bien sabrán, su plan no funcionó.
Guy fue atrapado y condenado a morir en la pira.
Murió un 5 de noviembre. Los ingleses comenzaron a
celebrar esta fecha con el encendido de hogueras y a la noche de este día se le
conoce como: Bonfire Night o Noche de
las Hogueras. Así como nosotros usamos la máscara de Salinas para asustarnos
más que si fuera el Coco o el señor
del costal, los ingleses usan la de
Fawkes para festejar la lucha contra la represión.
Siglos más tarde, en la década de los 80 del S.XX,
los desarrolladores de historietas Alan Moore y David Lloyd se inspiraron en la
historia de Fawkes para crear una serie de 10 comic books, con el nombre: V de Vendetta. En 2006 sale la película
inspirada en los cómics. Sin embargo, los que más llevarían a conocer la cara
del pobre hombre que se convirtió en carnitas, sería el colectivo de Anonymous.
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