jueves, 7 de noviembre de 2013

15 Síntomas para saber que ya estás viejillo


15 Síntomas para saber que ya estás viejillo


7 de noviembre
Corría el año 2001, yo estaba en mi clase de inglés con esa horrible maestra que me causaba espanto. Serían como las 8:50am, cuando un compañero japonés que se encontraba de intercambio entró gritando, en su medio español, que un avión se había estrellado contra el edificio norte de las torres gemelas. No se preocupen, este no es un artículo sobre lo que yo u otros estábamos haciendo el fatídico 11 de septiembre. Este es un ejemplo de cómo comienzan las anécdotas cuando ya uno se está haciendo viejillo. Recuerdas el año, que siempre te hace retroceder a más de diez años del momento presente. Disciernes la hora del día, a veces hasta tienes vagos recuerdos de los olores o las impresiones que tuviste. Por supuesto, esto no tiene nada de malo, no dejes que te convenzan de lo contrario. Envejecer sólo te hace más interesante. Tienes anécdotas hilarantes y te aseguramos que hallarás tema de conversación en todo momento.
¿Cómo saber cuando ya pasaste los años de la ignorancia y llegaste a los de “en mis tiempos”? Aquí tienen 15 síntomas, que a nosotros se nos ocurrieron, de cómo detectar tu edad:
1.      Cuando te cortas el cabello y la gente te dice: “―¡Uy! Te ves muy bien, te quitaste diez años de encima.”
2.      Tus canciones de adolescencia ahora las pasan en la sección de Classics de algún programa de videos.
3.      Te acercas al refrigerador y está lleno. Tienes distintos sabores de jugos; leche de soya, almendra y de vaca (para las diferentes digestiones de la familia); el cajón de lácteos y salchichonería está a reventar porque tu fin de semana lo pasaste de excursión en el súper.
4.      Planeas un fin de semana con los amigos, pero no es de juerga loca en la playa, sino para festejar el cumpleaños número cinco, o más, de alguno de sus hijos. Y, adivina qué, estás más emocionado con la piñata que los chavitos.
5.      Las espinillas que plagaban tu cara ahora han dejado paso a unos cráteres que hacen que tu rostro se asemeje a la cara reseca de la luna.
6.      Empiezas tus quejas contra los adolescentes con la frase: “—En mis tiempos…”
7.      Te fijas como propósito levantarte antes de que se ponga el sol, ya no te quejas por la hora, porque no se trata de ir a congelarte en una butaca de palo en la escuela. Ahora lo haces porque si no te corren del trabajo y, en estos tiempos, el desempleo está a la orden del día.
8.      Lo primero que tomas por la madrugada es una taza de café y la primera edición noticiosa del día. Consideras que estar informado antes de empezar tus actividades es de vital importancia.
9.      El café soluble es sustituido por el de cafetera, porque has descubierto el suave aroma de los granos tostados, que ahora ya no provienen de una fábrica, sino de los montes húmedos de Oaxaca, Chiapas o Colombia.
10.  Empiezas una dieta, no porque quieras adelgazar para que te calce el bikini o el vestido para la fiesta, sino porque tienes piedras en la vesícula de todos los años que tragaste porquerías.
11.  Identificas y recuerdas la identidad cultural de cada década, porque has vivido varias de ellas. Lo calentadores de los 80´s te los tejía tu abuelita para que anduvieras a la moda. En los 90´s eras la envidia de tus amigos puesto que tenías Super Nes y un celular con el que podrías descalabrar a cualquiera.
12.  Los refrescos de Cola se tomaban como agua en todas las comidas familiares, por supuesto, no estaba de moda la diabetes y tu mamá creían que era de lo más sano.
13.  Te toco discutir en la escuela la clasificación zoológica del Chupacabras y cantabas a coro la cancioncilla de: “Solidaridad, venceremos, desde hoy en adelante…
14.  Lo que intercambiabas en el recreo eran esas bolitas de vidrio. Objetos codiciados dependiendo de su color, matices y brillo. Canicas. Ahora vez los tazos como una mala sustitución.
15.  Aprendes a utilizar la lavadora. Esa máquina que antes te parecía indescifrable con caracteres alienígenos, que sólo tu madre conocía.

Si has padecido, al menos, 5 de estos síntomas, es momento que comiences a programar tu plan de jubilación. Recuerda, si no tienes descendientes o a quien legar tus riquezas, nosotros estaremos dispuestos a ser tus herederos. Zebrazul, siempre al servicio de la comunidad.

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